martes, 14 de marzo de 2017

Influencers, youtubers, bloggers y otros inventos del diablo

Porque a ver, ¿qué son sino inventos?

Hace dos noches se me quedó la palabra “influencer” colgada en la mente como si fuera un disco rayado. Bueno, no voy a mentir, se me quedó asociada a una imagen –cualquiera cogida al azar- de un tal Aless Gibaja al que definían como tal. No sabría describir la sensación que me produjo pensar que alguien así puede “influir” en cualquier modo posible a un colectivo de personas. Tampoco puedo expresar con palabras lo que yo llego a pensar de un colectivo que se deja influenciar por semejante espécimen. Ojo que no tengo intención de faltarle ni a él ni a nadie, pero a mis ojos, este y otros elementos televisivos que se autodefinen como influencers y youtubers están mas para que les estudien en un laboratorio que para andar por ahí alardeando de sus tristes méritos.

Cada vez estoy mas convencida de que la tecnología nos está idiotizando. “Estupidizando” me atrevería a decir si la palabra existiera.  Y la televisión y sus guerras de audiencia están haciendo un daño difícil de valorar a un buen montón de gente, sobre todo joven, que engulle todo tipo de basura audiovisual sin tener la capacidad de discernir entre lo que es válido y lo que es ridículo.

Ya ya, ya se que son cosas que dependen de la opinión de cada uno, que lo que a mi me parece ridículo a lo mejor para otros es pura filosofía y bla bla bla…. ¡Na qué va! ¡¡Es ridículo hombre!! Vamos a ver, ¿De verdad alguien va a decirme que el tal Aless o cualquiera que se le parezca representa un ejemplo válido de algo que queramos que nuestros hijos imiten? ¡Será cachondeo, no?! (Claro que si, guapi!)
¡O mejor aún esos Youtubers del demonio, que buscan la fama humillando y ridiculizando a quienes tienen la mala fortuna de cruzarse en su camino en un día inspirado! Esto como poco da vergüenza y como mucho, ganas de ahostiarlos ( no, tampoco existe la palabrita, pero que sepáis que sale a 30 euros la leche ).

A pesar de mi resistencia a tales sentimientos, la verdad es que cuando les veo en la televisión se me tuerce la boca del puro repelús que me dan ellos, sus actos, sus chorradas y el hecho de que haya quien les siga. Y luego como madre, una hace equilibrismos entre el alejar a su hija lo más posible de toda esta marea negra - para que pueda tener un cerebro- o el permitirle un discreto acercamiento para no convertirla en una analfabeta tecnológica del siglo XXI ( como su madre). Y en eso estamos, librando una lucha contra todo lo que nos rodea para intentar evitar que en un par de generaciones estemos otra vez encendiendo el fuego a pedradas.
Y por supuesto luego están los bloggers ( si, ya se que estoy escribiendo en un blog, uno con diez seguidores señores….). Tremenda nueva profesión de chiste consistente en hablar de pijadas prescindibles vestida de Armani ( previo pago, claro) y colgar “selfies” -con morritos- en el “photocall” de no sé dónde haciendo no sé qué. Y todos enloquecidos…. Y yo aquí escribiendo en pijama, ¡qué desubicada!

Yo es que no se: o la gente tiene mucho tiempo para seguir a todos estos individuos o es que no hacen otra cosa en su tiempo libre. A mi la verdad es que no me dan ni las horas ni las neuronas para estar soportando a todos estos Pepitos Grillo de la decadencia con sus bobadas estériles y sus consejos de pacotilla. Respeto muchísimo a quién se toma la molestia de colgar en internet un video sobre cosas útiles y necesarias, pero a todo este tropel de chupópteros de la ignorancia no quiero ni verles delante.

Es innegable que son tiempos duros para la inteligencia, para el desarrollo y el intelecto. Todos estos personajes y ocupaciones son, para mi, consecuencia de unas deficiencias educativas monumentales de quienes les siguen “allá donde vayan”.  Incluso podría escribir “hallá donde ballan” y yo creo que muchos no notarían nada raro. En ese mundo estamos viviendo, por desgracia.

A quienes somos conscientes de esto sólo nos queda una cosa: Evitar que nuestros hijos entren en ese mismo círculo. Menos tele, mas libros, mas museos, mas actividades al aire libre, mas viajar. Dejar de alimentar al dragón quitándole adeptos y seguidores, a ver si se consume del aburrimiento. Todo parece indicar lo contrario, que esto irá a mas, pero soy positiva y pienso que, si realmente lo intentamos, podremos revertir la tendencia y devolverle al mundo la sensatez perdida.


Por cierto lo que son las cosas, que encuentres definición para youtuber, influencer y blogger, y sin embargo ahostiar y estupidizar no existan. Así nos va, my darling….

martes, 26 de julio de 2016

Abuelos



Hoy, en el día de los abuelos, vuelvo a escribir en mi casi abandonado – pero no olvidado – blog.

Yo ya no tengo abuelos, pobrecinos, están todos en el mas allá.

Les echo de menos y me acuerdo de todos ellos a menudo; ninguno de ellos me ha dejado indiferente. Sus cuatro personalidades, tan distintas entre sí, tienen cada una algo que aportarme, como ejemplo de lo que hay que hacer y de lo que no. Me han servido tanto en sus cualidades como en sus imperfecciones y todos, al final, me han dejado su moraleja.

El primero que se fue es mi abuelo paterno, Papi, cuando yo tenía sólo 19 años. Como nació el 29 de febrero de un año bisiesto, siguiendo su propia broma, murió siendo mas joven que yo. Era un hombre explosivo, ¡tanta energía tenía! Le recuerdo hablando alto, riendo fuerte, siempre activo, canturreando y enredando entre cachivaches todo el día. Era un tipo fuerte, lleno de luz. Yo era tan joven cuando él se fue que he tenido que conocerle después de muerto. Es una pena que se haya ido tan pronto, porque su inmensa energía nos hubiera venido muy bien a todos. También tenía una mala leche épica, que tal como venía se iba. Me dicen que he salido a él… Se lo llevó un cáncer, una enfermedad que tiene la poca delicadeza de consumir a sus víctimas antes de acabar con ellas.

Después nos dejó buelito, mi abuelo materno. Realmente es difícil explicar lo inusual de su personalidad, siendo la época que era. Un hombre que tuvo que sufrir en su niñez el horror y el desarraigo de una guerra civil que le dejó sin hermanos y sin escuela, que tuvo que crecer y criarse en un régimen dictatorial y que aun así, echaba rabia por la boca cada vez que oía a un hombre decir que las mujeres no éramos iguales a ellos. Aún recuerdo verle pellizcarse la piel del brazo y decir ¿Es que acaso no estamos hechos de la misma carne y la misma sangre? .… Supongo que el hecho de ser hijo de soltera y de haberse casado con una mujer que tampoco era usual para su tiempo influyeron mucho en sus ideas. Él se encargaba de la limpieza de los platos y la cocina, del jardín y de los recados. Alimentaba a nuestros muchos gatos, a los perros, a las palomas y a un puercoespín al que daba de comer en primer lugar, por ser “adoptado”. Si sonaba el timbre, él sabía que era quien debía levantarse y responder.  Ahora todo esto parece muy normal, pero para aquellos tiempos de machismo obsesivo no lo era en absoluto. Le recuerdo en bata, mirando a mi abuela dormir y sonriendo. Entregaba todo su sueldo a mi abuela, por entonces matriarca de la familia  - siempre hemos sido un matriarcado -  y ella le daba a él una paga todas las semanas con la que , cuando iba a los recados, le compraba a mi madre caramelos o chicles. Aunque no pudo estudiar, casi a diario se sentaba en el sofá, cogía la enciclopedia y leía sobre cosas que habían despertado su interés, sobre todo de geografía. Murió como siempre quiso, de repente. Cuando le recuerdo, siempre pienso en el segundo lugar que ocupó, gustosamente, al lado de mi abuela.

Tras él se fue mi abuela materna, buelita, y se llevó un pedazo de mi alma. Sería vano el esfuerzo de explicar aquí, en palabras, lo que esa mujer y su vida han significado para mi y la mía. Ella era mi guía, mi mentora, mi luz, mi madre, mi todo. Cuando se fue, se fue con ella un pedazo de todo lo que hay en mi corazón. Jamás he conocido una mujer como ella y dudo que vuelva a ver algo así en lo que me queda de Vida. Avanzadísima para su época, llevaba la sabiduría en los ojos y el milagro en las manos. Cuando te miraba, te veía por dentro. Sabía mas de lo que se puede saber y aún hoy me sorprende ver sus predicciones haciéndose realidad.  Es difícil explicar la magia, a veces hay que ver para creer y con ella veías a diario. Era el referente de toda la familia, guiaba, consolaba y gestionaba al unísono, siempre con una sonrisa y siempre como si nada. Sonámbula a rabiar, fiestera, folclórica, mágica…Me gustaría llegar a ser la sombra de lo que ella fue, aunque sea llegando el último día de mi Vida. Se fue un mal día, malo de verdad, y sentí llorar mi alma rota.

A veces sueño con ella y me despierto sintiéndome alegre y triste a la vez.

La última en irse, muy a su pesar, fue mi abuela paterna, Mami. A veces parece que la vida se ceba en los mas piadosos y así fue con ella. Era de la antigua escuela, de las de rosario diario y misa porque si. Rezaba, limpiaba, rezaba, limpiaba…  Mujer de su casa a la antigua usanza, rígida de ideas, antigua, devota y poco tolerante. Dejó de ver la televisión porque las mujeres le parecían todas unas guarras, casi nada! Ejemplo del arraigo del machismo mas recalcitrante y de la religión mas inmovilista. Había que terminarse el plato, así reventaras. La Vida se llevó a su marido, al que sobrevivió mas de 20 años, y a su hija. No puedo imaginar nada peor. Deseó la muerte cada día de su vida desde entonces y su adorado Dios nunca se la concedía. Conociéndola, seguro que tomó eso como una prueba o un castigo. Pasé su último verano con ella, y aunque todos decían que no se enteraba de nada, que ya no regía, yo pude comprobar sin lugar a dudas que no era así: Bromeó, se rio y por supuesto, supervisó mi ropa antes de salir de casa. Tuvo la inmensa generosidad de tenerme en cuenta en su testamento, y, cuando ya se hubo ido, me hizo un regalo maravilloso: me volví de Gijón con mi hija Kayla dentro de mi y estoy segura de que fue cosa suya.


Ahora ya no están aquí aunque a veces les noto cerca, mas a unos que a otros. Todos, a pesar de sus defectos, me regalaron una lección y un ejemplo.

martes, 1 de septiembre de 2015

Continente y contenido

Hace dos días estaba dando un paseo por uno de los centros comerciales que hay cerca de mi casa, uno de esos donde de vez en cuando te cruzas con la versión rusa de Julia Roberts en Pretty Woman, con sus bolsas, modelazos y cutis perfectamente diseñados, "libando" de tienda en tienda como abejitas recolectoras.

A veces me gusta fantasear en esos escaparates de alto standing y fingir que tengo dinero suficiente para comprar lo que quiera. Lo miro todo y pienso; este  bolso, este vestido, estos zapatos... y por un rato me siento genial. No es que me sienta mal como estoy, ¿Pero a quién no le gusta soñar despierta un rato?

Sin embargo en ese paseo de hace dos días algo me pareció obsceno. Cumplí con mi ritual habitual inspeccionando escaparates llenos de zapatos a 400 euros, vestidos a 1500 y bolsos a 1200. Había un bolsito pequeño, nada especial a mis ojos, que costaba exactamente eso: 1200 euros. A simple vista nada justificaba ese precio. Será por el diseñador, pensé. Y entonces sentí desprecio. Me pareció inmoral que un bolsito de nada, donde apenas cabe mi flamante cartera de Stradivarius, pudiera costar lo que gano en un mes de trabajo.

Yo respeto que cada cual gaste su dinero en lo que quiera, pero me cuesta aceptar que ciertas cosas cuesten lo que cuestan porque los ha diseñado tal o cual tipo. Me parece poco decente que al mismo tiempo que miles de familias huyen del horror cruzando el mar a riesgo de sus vidas, un tipo, un Fulanito de Tal, pretenda vender un bolso vacío por 1200 euros.

No critico a quien lo compra pero sí a quien lo vende. No están los tiempos para faltarle el respeto a la realidad. Y es una realidad llena de dramas, de guerras, de sufrimiento, de necesidad y miseria. Ya se que estos "diseñadores" no están pensando en los inmigrantes sirios cuando crean un vestido, pero podrían tener la decencia de rebajar el precio de sus egos y disimular su afán de enriquecerse intentando no sacar un beneficio del 1000% en cada pieza.

¿Qué puede justificar que un bolso cueste 1200 euros? Un bolso en el que no cabe una vida, una historia, un hogar... un bolso sin contenido.

jueves, 2 de abril de 2015

Dulce? espera

Justo escribí el título y me levanté a devorar el último vestigio de helado de vainilla con nueces de Macadamia que había en el congelador. Mas que nada porque no tengo ningún problema con el azúcar, aunque me hayan hecho creer que si en algún momento.

¿Sabéis esa gente que vive pensando que le pasa de todo cuando en realidad no les pasa nada? Pues mi embarazo ha sido lo contrario....

Llevo un embarazo de puta madre. No he tenido una sola nausea, ni una sola! Estoy de siete meses y medio y sólo me ha engordado la barriga, me siento bien, no me duele nada, duermo igual que siempre ( vale, mal, pero igual que siempre), estoy lúcida y rápida, hiperactiva para no variar....en fin, todo perfecto!

Sin embargo los médicos se han encargado de amargarme el embarazo a cada paso que he dado, únicamente por su empeño en ver males donde no los hay.

Ya de entrada en la primera visita, la matrona me dijo que no volvería a atenderme ella porque por mi edad era un embarazo de alto riesgo y por tanto tendría que ver a la tocóloga de  ahí en adelante una vez al mes. ¿Alto riesgo por la edad? ¿Pero tu me has visto? En fin.... Nunca pensé que a los 41 ya me considerarían una anciana, pero en estos temas de embarazo parece que si.

En la primera visita a la tocóloga primer susto: análisis, screening y de resultado alta probabilidad de síndrome de down, así sin anestesia. Y que me tengo que hacer la amniocentesis, esa lindeza de prueba en la que te atraviesan como a un globo para ver si tu bebé está sano y de paso ponen en peligro su vida, ya que están.
Pues no señora, me gasto mis buenos 700€ para hacerme la versión no invasiva de esa prueba ( por supuesto no cubierta por la Seguridad Social porque les mola mas clavarte la pica como a los toros ) y me paso un mes que ni dormía ni vivía ni respiraba de miedo esperando al resultado. ¿Y?: Pues que todo bien y, por cierto, es niña! Pero el mes jodido no me lo quita nadie. Mi angustia era tal que no podía ni ilusionarme por el embarazo de miedo a tener que interrumpirlo. De hecho de camino a la clínica me quedé tan helada que se me entumecieron las manos.

Siguiente prueba: una curvita de azúcar de nada. Te hacen ir en ayunas y te chutan vía oral una burrada de glucosa (que para tomar el equivalente con alimentos normales no os imagináis lo que hay que meterse). Luego a la hora te sacan sangre a ver si tu nivel de azúcar es elevado. Pues el mío salió elevado....

¿Solución? Fue guay: Me ponen sin hacerme ni una ecografía a una dieta de 1800 calorías hasta que me hacen la siguiente prueba, que fue tres semanas después. Me tienen todo este tiempo pasando hambre sin ni siquiera mirar si el bebé está bien, sin medirme el azúcar con medios mas normales como por ejemplo los pinchazos que usan los diabéticos, y además temblando de hambre y de miedo por lo que pudiera pasar. Pierdo kilo y medio en los primeros dos días y el resto hasta dos kilos en lo que quedó de tiempo hasta que me quedé pesando lo que a los tres meses de gestación, estando casi de seis.  Una noche lloré de hambre, porque llevo 40 años comiendo mas que cualquier hombre que haya conocido y tras la dieta me quedé en el chasis.
Al mes voy de nuevo a la tocóloga a por los resultados y sale bien..por supuesto. Eso si, la niña ha pasado de un percentil 63 a un percentil 37, o sea, al otro lado de la balanza. Yo pasé tres semanas con hambre y preocupación para nada una vez mas. Pero ellos tan tranquilos oiga!

La última fue también apoteósica, y es que van mejorando con el tiempo: Voy a la revisión mensual y como es habitual me sale la tensión alta. Empezó a salirme alta después del tema del azúcar porque ya voy al médico acojonada y aunque siempre tengo la tensión baja, se me sube al llegar a la tocóloga y luego me vuelve a bajar, por lo que me hacen esperar media hora tras la consulta y me la repiten.  Sin embargo en este caso, por desgracia, lejos de bajarme me subió después de esa media hora porque el padre de la criatura se pasó el rato culpándome porque me saliera alta, que si parecía boba, que ni que fueran a matarme, que él tenía que trabajar, etc, con lo que me puse aún mas nerviosa y me subió.

¿Y qué hicieron? Pues así sin mas ( y sobre todo porque se querían ir ) me enviaron al hospital de La Candelaria; si, uno que está a 70 kms y que de hecho es el único que hay para quienes vivimos en el sur de la isla, porque podía tener preeclampsia y poco mas o menos podíamos morirnos el bebé y yo tal que ya mismo.
Así que subí esa hora en coche, aguantándome las ganas de llorar de miedo y frustración y los morros de mi pareja, que ni me hablaba de la mala leche. Y así llegué al hospital, en tacones y ropa de oficina pensando que si salían mal las pruebas me sacarían a la niña tal cual, sin tener ni nombre, ni cuna, ni nada. Me metieron en una sala donde me pusieron una vía, me tumbaron en una cama con un tensiómetro automático y me pusieron unos registros alrededor de la barriga para controlar a la niña. Mis nervios iban en aumento a cada minuto, de puro miedo, así que pasó lo único que me faltaba, que empecé a tener contracciones.

Desde la cama escuchaba a las matronas decir que me iban a preparar los papeles del ingreso, porque como estaba con contracciones....Yo les decía que serían las de prueba, las que me habían explicado aquí en el sur, pero se quedaban mirándome pasmadas como si no supieran de qué les hablaba. Tras hora y media en esa situación llegaron los resultados y ¡sorpresa! estaba todo bien, vaya novedad. Nada de preeclampsia, nada de dilatación uterina, nada de nada y un mucho de mierda para los médicos.

Lo siento pero es así. Yo sigo igual, bien. He estado bien de principio a fin pero os puedo asegurar que a día de hoy detesto aún mas si cabe tener que ir al médico a "buscarme" enfermedades, que es a lo que voy en cada visita a la tocóloga. En 12 días tengo que volver, y me harán análisis de nuevo. Ya puede salirme la tensión como para salir volando, el azúcar como para endulzar el mar e indicios de virus del ébola, que voy a pasar de ellos soberanamente. Y sí! me tomo un helado porque tengo el azúcar bien, y como lo que quiero porque al lado de mis colegas de preparto parezco una sílfide. Y a pesar de mi actividad frenética no he vuelto a tener contracciones, da igual que me suba y baje de la silla diez veces para limpiar las ventanas o que me arrodille a pintar muebles o a fregar el suelo, como hoy.  Lo que me da contracciones es verle la cara a los médicos que se dedican a amargarme lo que debería ser la etapa mas dulce de mi vida.

Y al parto voy a llevar un machete, porque ya me lo veo venir......



lunes, 17 de noviembre de 2014

Embarazosa

Nunca me había dado cuenta de lo poco que me gusta ser el centro de atención. De hecho siempre he pensado lo contrario: me gusta hablar sin parar, contar anécdotas, hacer reír a quien me acompaña... vamos, nadie diría que quiero pasar desapercibida.

Sin embargo ahora me he dado cuenta de que en realidad no es así. O al menos hay matices. Siempre es agradable destacar en positivo, pero a nadie le gusta hacer el ridículo o llamar la atención por algo malo ni nada parecido.

Mi caso tampoco tiene que ver con esto. Estoy embarazada. Y eso es todo en realidad. Al menos para mi, ¡todo y nada!

Pero desde el momento en que lo comuniqué en la oficina he empezado a sentirme incómoda. De entrada, me paran por el pasillo para darme dos besos personas que no me han puesto la vista encima en diez años, incluso los personajes dañinos de turno, el plantel de falsos y falsas que me ponen a parir por la espalda, esos también. Curiosamente me interrogan sobre todo tipo de aspectos de mi vida y salud, creo que sólo les ha faltado preguntarme en qué postura me quedé embarazada... que de cuánto estás, que cómo te sientes, que si tienes mareos, nauseas, pedos, que qué piensa tu madre (???)....si, eso también. Tanto interés me abruma, hasta cuando es bienintencionado. Supongo que no estoy acostumbrada a tanta atención.

Hay una segunda parte, que es la de los consejos. Cuando los haya asimilado todos empezaré a caminar en alpargatas, dejar de usar pantalones, olvidarme del chorizo a la sidra e ir siempre acompañada por si me desmayo súbitamente, La moto supongo que la jubilaré, porque ahora que estoy embarazada es posible que se desintegre en pleno viaje, y nada de tacones que como estoy mas elástica probablemente me tuerza los tobillos, y ya puestos, las rodillas. Pronto me veréis hecha una bruja, con largos mechones canosos, porque también tengo que dejar de teñirme, y lo siento por el salmón, la dorada y la lubina, porque nunca mas los probaré.

Ahora me quedan los restos, igualmente incómodos, de tan tremendo acontecimiento. Algunas me echan miradas extrañas a la barriga, como si quisieran ver mas de lo que está a la vista. O me preguntan compulsivamente cómo me encuentro, como si fuera a estar mal por el simple hecho de estar embarazada. No lo hacen con mala intención y soy totalmente consciente de ello, pero esto no hace que me sienta menos incómoda o intimidada cuando me las encuentro, porque es demasiada atención, y de verdad que no estoy acostumbrada.

Pensaba que sería la emoción de los primeros días pero las semanas van pasando y la cosa continúa. Creo que lo que me pone nerviosa es verme tratada como una muñeca de porcelana que pudiera romperse con el mas pequeño roce. Tanto cuidado me hace sentir débil cuando no lo soy. Quizás me hace identificarme demasiado con el prototipo de mujer vigente el siglo pasado, vulnerable, caprichosa y dependiente. Embarazosa, mas que embarazada. Y yo no soy así.


viernes, 27 de junio de 2014

Un infierno cualquiera

De cuándo se inventó no tengo ni idea, pero da igual. Hace tiempo que llegué a la conclusión de que no existía un infierno de fuego y tortura, como nos lo enseñaron. Por quitar han quitado hasta el purgatorio.

Me parecía difícil que pudiera existir algo peor que lo que ya hay en esta tierra. Cuando veo noticias sobre hambruna, guerras, maltrato machista, enfermedades y desesperación me doy cuenta de que si hay un infierno, está en este mundo y en ningún otro. Y además está el infierno de nuestras propias cabezas. El mal que nosotros mismos nos auto infringimos, los miedos, el dolor, la ira, la tristeza, la desesperanza. Uno puede vivir cualquier tipo de vida con ese mal. Da igual la condición, el estatus, el nivel económico o intelectual. Todo está en la cabeza.

Yo llevo un año de infierno. En mi caso el fuego se ha ido encendiendo a base de pequeñas chispas, de hogueras aquí y allá que han ido creciendo y uniéndose hasta convertirse en el fuego devorador que ahora ocupa mi mente. No sabría ni por donde empezar a contar… creo que la nota común es haberme sentido despreciada y tratada mal por personas cercanas unas, amadas otras, que todas juntas y por separado me han tratado con soberbia, indiferencia y desprecio a partes iguales, rompiendo en el proceso mis sueños mas íntimos, mis ilusiones mas vitales y mis burbujitas de colores. Me han hecho daño, todos y cada uno. Me han engañado, me han vejado, me han despreciado, me han burlado, me han ninguneado y finalmente, sin yo darme cuenta, me han anulado.

Cuando un desconocido te trata así de mal, eres mas fuerte para responder y rechazar ese comportamiento. Sin embargo, cuando alguien a quien amas te  desprecia sin motivo, intentas mostrar la cara buena y una sonrisa permanente suponiendo que “es que tiene un mal día”…o una mala semana…o un mal mes, jobar! Y sin percibirlo te empiezas a hacer de miel frente a las moscas, que sin embargo siguen picoteando y haciéndose fuertes. Así empecé yo, y cuando quise darme cuenta era ya una persona que no opinaba por no molestar. Que gran error.

La primera hostia vino junto a un engaño y una decepción. Fue tan gorda que me hizo ver que tanto esfuerzo no merecía la pena, y me prometí internamente recuperar mi vida y priorizar mis necesidades. Pero eso fue hace sólo dos meses. Con el engaño se fue también un sueño. Uno importante…. Y la ausencia del sueño la ocupó  la desilusión, la desesperanza, casi la indiferencia. Pasé semanas en que vivía, respiraba, comía, trabajaba y lloraba. La ilusión anterior era muy grande así que la caída fue consecuentemente similar.

Simultáneamente otras personas de mi entorno a las que apreciaba o quería se fueron uniendo a esta locura, dejándome estupefacta por tanto desprecio hacia mi. Personas con las que no había tenido ningún problema. Parecía – y aún parece – que el mundo confabuló para odiarme sin motivo. En apenas un mes se me han caído tantos velos que mi cabeza se ha visto afectada. No se lo que es dormir una noche entera y el estrés por lo vivido y por luchar con el dolor que me han causado y aún causan ha hecho que sea completamente incapaz de concentrarme. No puedo leer ni dos líneas de un libro, me olvido constantemente de lo que voy a hacer, he llegado a olvidar tres veces en una misma tarde que estaba cocinando un bizcocho en el horno. Un peligro. Además he perdido peso, tengo mala cara y una expresión tan triste en la mirada que tengo que hacer verdaderos esfuerzos por parecer alegre en las fotos.

Hoy, cansada, abatida, triste y demasiado agotada para enfadarme, hago balance de lo ocurrido y sólo pienso que quiero escapar de todo, que no entiendo nada y que quiero que me dejen en paz.

Por desgracia mi mente parece ir por libre ahora mismo y por mas que lo he intentado no he sido capaz de dejar de pensar y de sufrir por tanto desengaño. Además deseo enormemente huir de todo pero las circunstancias de mi vida parecen impedírmelo. Este es mi infierno.

Estoy luchando mucho. Tengo la suerte de ser muy tenaz y espero que todos mis pequeños esfuerzos den sus frutos. Sólo pido que sea pronto porque el impulso de mandarlo todo a la mierda y huir es muy grande y parece que las alimañas siguen hambrientas de mi carne.


Cada uno tiene su propio infierno, a veces dormido, a veces hirviente, como yo ahora. Pero está en este mundo, no en otro.

miércoles, 26 de febrero de 2014

Arrugadita

Me acuerdo perfectamente de la primera vez que la vi. Era muy pequeña, arrugada y con cosas blancas pegadas a la cabeza. Lloraba creo.

Bueno, si empiezo por el principio, en realidad lo que recuerdo es la cara de miedo de mi madre al salir para el hospital, asustada, temiendo por su vida y por la del bebé que estaba por llegar.

Luego si, luego la recuerdo a ella.

No sentí nada cuando la vi, lo que me decepcionó. Nunca había tenido hermanos y pensé que se sentiría algo especial por ellos desde el primer minuto, pero en realidad no fue así.

Ahora se que el cariño se hace con el tiempo.

Los bebés son todos bonitos. Y si no, son graciosos....pero ella era bonita. Tenía la cabecita redonda y el ceño casi siempre fruncido, como si le molestase la luz. Los bebés son como juguetes de carne y hueso, con esos dedos tan largos, esos pies tan pequeños.

Diez días después de su nacimiento salí del colegio toda emocionada contándole a todo el mundo que tenía una hermanita. Parece que por fin me había dado cuenta.

Aún así creo que aún siento a medias, que todavía no tengo claro lo que es tener una hermana, no estar sola en el mundo. Al final sólo quedaremos nosotras dos, es mi compañera en este camino familiar y cuando la mire, y ya no haya nadie mas, se que en ella veré todo el pasado que hemos compartido, todos los rostros, todas las anécdotas...porque sólo ella las ha vivido conmigo. Seremos únicas.

Hoy hace treinta años de aquel domingo de invierno. Hace treinta años que celebrábamos con un centollo su llegada al mundo.

Una de mis estúpidas costumbres con la gente a la que quiero es imaginar que se mueren. A mi hermana la he matado tantas veces.... debe ser que la quiero mucho. A pesar de haber deseado estrangularla con mis propias manos en mas de una ocasión, se que no podría hacerlo, así que para qué desperdiciar neuronas.

En mi lento progreso hacia el amor incondicional de hermana, ese que esperaba sentir de golpe y porrazo, creo que ya estoy en niveles lo suficientemente aceptables como para poder decirle a mi hermana, a mi enanita, que me alegro de que esté aquí, conmigo, compartiendo esta vida.







La pura realidad

Nos equivocamos de realidad, me di cuenta el otro día.

Precisamente yo soy una gran defensora de las realidades paralelas, de los mundos alternativos, por la cuenta que me trae...llevo toda mi vida saltando de uno a otro.

Sin embargo hace unos días que se va fraguando en mi esta idea y os la he querido transmitir, porque me parece importante.

Siempre es motivo de discusión con mi novio Ariel el tema del mundo en que vivimos. Nuestras ideas son casi opuestas. Él defiende una casi obsesiva afición por la información que sin embargo yo rechazo de plano. Él cree que hay que estar informados de todo lo posible para evitar que las circunstancias te pillen desprevenido y poder así, hipotéticamente, tomar las medidas necesarias para evitar lo que sea, fomentar lo que sea, aprovecharse de la situación que sea...... Yo veo la historia del otro lado, y pienso que debemos alejarnos lo mas que podamos de todo lo que nos perturba para así asegurarnos una vida según nuestras preferencias. Prefiero rodear la tormenta que meterme a luchar en ella, por así decirlo.

Entonces él me dice que vivo en los mundos de Yupi y bla bla bla. Y yo a él le digo que está obsesionado con el Telediario.....y bla bla bla también.

Pero hace unos días me he dado cuenta de un detalle que, lo siento, me da la razón a mi :-). Me he dado cuenta de que mi mundo, mi realidad, no tiene nada, pero que nada que ver, con lo que dicen en los Telediarios.

La pura verdad es que en mi mundo no hay ninguna revolución en Ucrania, ni revueltas en Siria, ni sube ni baja la prima de riesgo, ni existen Putin ni Obama ni mucho menos Maduro.  En mi mundo real, el mundo en el que vivo de verdad, la noticia es que mi hermana cumple años o que mi madre se va de vacaciones. Y siento decíroslo pero si creíais lo contrario, lo cierto es que vuestro mundo tiene mucho mas que ver con lo que os rodea que con lo que sale en la tele y "escogen" contaros quienes sean, medios de comunicación, gobierno....qué mas da.

De no existir la tele, ni la radio, ni hubiera manera de que os llegaran noticias del exterior...sed sinceros y decidme qué pensaríais de vuestras vidas, de este mundo, de vuestra realidad....Yo tengo claro que la crispación que me producen las represalias en Venezuela no existiría, como tampoco la preocupación por el medio ambiente ni el miedo a morirme de cáncer algún día. Tampoco pensaría en la crisis y está claro que no sentiría rabia alguna por el caso Noos ni por Bárcenas ni por nadie, porque simplemente no estarían en mi mundo.

¡¡¡¡¡Pero es que en realidad no están!!!!! Nos los ponen ahí a través de una imagen en una pantalla. Son las realidades de otros, las historias de otros, que dejamos entrar en nuestras vidas. ¿Y para qué?
Lo único que conseguimos así es sentir que nos pasan cosas que en realidad no nos están pasando. Mi crónica de hoy habla de motos, de conductores imprudentes, de mal olor en la oficina, de sueño, de una cenita rica y de estas palabras que ahora os escribo. Y esa, esa, es mi realidad.

Pensad en cuál es la vuestra.

Buenas noches.



martes, 24 de diciembre de 2013

Lo peor de todo

Lo peor de todo es que se me están borrando los recuerdos.


¿Será verdad eso de que “cualquier tiempo pasado fue mejor”? Parece la típica frase de viejos, siempre mirando hacia atrás en el tiempo, inmersos en un pasado lejano que ya no va a volver.

Ojala no estuviera de acuerdo con ellos ahora. Ojala aún pensara que el presente y el futuro pueden superar ese pasado brillante.

Desde hace algún tiempo he empezado a utilizar el pasado como vía de escape. Antes para hacer meditación pensaba en paisajes ideales, en lugares apacibles…. Ahora, cada vez mas, medito rememorando viejos tiempos, reviviendo escenas familiares o entornos que relaciono con esos momentos que, sí, me parecían mas felices. Me veo sentada sobre el suelo de parquet de mi casa, calentado por el sol, o mirando mis pies mientras camino sobre las baldosas de la terraza, o escucho el sonido del viento pasando entre los pinos de nuestra casita de San Martín de Vallés…Los sonidos, los olores, las voces….cualquier elemento de aquella época me reconforta y me ayuda a sentirme mejor.

Creo que realmente, lo que mas me fastidia es que esas emociones que sentía entonces son cada vez mas opacas en mi pensamiento, no logro volver a sentirlas a pesar de tantos viajes al recuerdo. Es lo que tiene la Vida, continúa imparable su camino, a pesar del dolor y de la felicidad. A pesar de uno mismo.

Supongo que me he encontrado en demasiadas ocasiones en encrucijadas de las chungas, de esas en que tienes que escoger entre cortarte una mano o un pie. He tomado siempre la decisión que me parecía mas conveniente en cada caso, aunque uno siempre va a ciegas respecto a lo que la próxima curva del camino te traerá.

Yo al final he acabado lejos de lo que mas quiero, que es mi familia, mis amigos y mi Gijón. Y no se si es por eso o no, pero en ocasiones como estas ya no siento aquella chispilla interior que me hacía levantarme como un resorte, llena de confianza en el futuro. No se qué era, si la compañía, las circunstancias o que… pero ahora ya nada es igual que entonces, ni siquiera yo. Y sí, me gusta volver a ese pasado mejor para intentar sentir aquello tan especial, aunque se me borren los detalles y se me entumezcan las emociones.

Feliz Navidad :-)

lunes, 9 de diciembre de 2013

Qué mundo este...

.....tan lleno de crispación gratuita.

A mi la verdad es que no me hace ninguna gracia ese empeño en hacernos vivir continuamente con la vena del cuello hinchada.

Obviamente y por ser además políticamente correcta, voy a decir que respeto todas las posturas ante la avalancha de informaciones negativas que nos ha caido encima desde que empezó esta maldita ( y espero que moribunda) crisis. Sin embargo mi posicionamiento no siempre parece tan respetado por los demás.

Yo no soy amiga de la crispación, ni de los nervios gratuitos, ni de arrojar adoquines o amenazar a policías. Creo, o mejor dicho, estoy segura, de que no llevan a NADA. Nada en absoluto. Ya conocemos abundantes ejemplos de países donde todas estas actitudes, los gritos, los cacerolazos y demás, lejos de solucionar el problema que fuera sólo han añadido mas leña al fuego. Hay que llegar a la guillotina o al bombazo para ver efectos, y eso me da aún mas asco.

En estos últimos años, hable con quien hable, esté en el entorno que esté, todo son quejas: quejas sobre la política, sobre el último recorte de turno, sobre las facturas de la Infanta, sobre la subida de la luz, sobre el caso Noos, sobre las preferentes, sobre Rajoy, sobre el PP, sobre el PSOE, sobre la independencia de Cataluña y yo qué se que mas!

Yo no soy de naturaleza híper optimista, pero de verdad que cada vez que escucho toda esta retahíla de despropósitos acabo sintiéndome desasosegada y mal a gusto, todo para nada, por supuesto.

Luego tienes a los revolucionarios, que se pasan la vida quejándose de que los demás no salen a la calle a tirar piedras o a acosar a políticos, por decir algo. Se te quejan en la cara de que tu, si, TU, no estás crispado las 24 horas del día pensando en que vivimos en una mierda de país y contribuyendo a mejorarlo pegando cuatro gritos o insultando al funcionario de turno. De que tu no haces NADA.

Pues bien, queridos alterados míos, esto es lo que os digo: NADA es lo que hacéis vosotros para mejorar el mundo. Gritar, insultar, faltar...nada de eso cambia el mundo a mejor. Lo que cambia el mundo es que cada uno de nosotros HAGA LO CORRECTO.

En vez de pasaros el día mirando por la mirilla lo que los demás hacen o dejan de hacer, procurad que lo que vosotros hagáis sí sea digno de respeto, actuad dando ejemplo, haced lo que debéis mirando para vuestro ombligo, no para el mío.

¿Queréis manifestaros? Adelante, la legislación os ampara y yo os apoyo, pero no para romper mobiliario urbano ni prender fuego a contenedores o atacar a la policía. Hay que tener un poco mas de dignidad, no?

Se de muy buena tinta que muchos de vosotros, los que me decís a mi lo que tengo que hacer, váis por la vida jodiendo al prójimo por auténticas chorradas, véase cagarse en la madre del que conduce despacio o hacerle la cama al compañero de oficina. ¿Cuántos de vosotros buscáis al dueño de 50€ que encontráis en el suelo? ¿Cuántos de vosotros dejáis cruzar a la gente en los pasos de cebra? ¿Cuántos de vosotros, en conclusión, hacéis de este un mundo mejor?

Yo me paso ocho horas diarias trabajando, y lo hago con gusto y buscando siempre, pero siempre, la excelencia. No hago trabajos a medias ni chapuzas, lo hago BIEN. Y cuando salgo a la calle, lo hago con una sonrisa. Sonrío al señor al que tengo que dejar cruzar cuando no me apetece, sonrío a la cajera del supermercado, sonrío al que me deja pasar, regalo educación y cortesía - bueno, salvo que me intenten pasar por encima con un coche, ahí igual me dan ganas de matar-.

No soy perfecta, las ganas mías! A menudo me canso y sólo quiero huir... Pero decidme, al final del día, ¿Quién ha contribuido mas a hacer de este un mundo mejor? ¿Vuestra crispación o mi amabilidad?

Y luego que me digan que no hago nada, manda coj...

Ivette.

lunes, 2 de diciembre de 2013

Voces grises

A veces la realidad se parece tanto a la vida de otros que ya no la encuentro atractiva. Prefiero mis sueños.

De pronto me encuentro a mi misma repitiendo las frases que tanto he oído salir de otras bocas, esas frases maleadas de tan usadas, vulgares, comunes, feas y grises que jamás pensé pudieran formar parte de mi vida....Y nunca sabré qué fue primero, si la gallina o el huevo.

¿Las hice mías de tanto oirlas o las oigo tanto por hacerlas mías? El gran misterio de la creación, si señor.

Ahora resulta que todas esas cosas que oía sin prestar apenas atención y sin otorgarles mucho crédito han pasado a formar parte de mi vida y simplemente, no me gustan. Cualquier día de estos soltaré un "Ay Señor, llévame pronto" y será el acabose, como decía mi abuelo. 

Hasta mi diario se ha vuelto aburrido, de tan rutinario: las mismas quejas, las mismas penas, el mismo tedio....y la misma rueda que gira y gira sin parecer llevarme a ninguna parte que yo quiera visitar. "Mi novio no me comprende", "los hombres son unos inútiles", " por qué no me toca la lotería Señor", y así un largo etc de obviedades sin respuesta, lanzadas al mundo cada día por millones de infelices, como yo, que no saben si el precio que pagan por lo que tienen es mas de lo que el resultado merece.

Yo no tenía grandes aspiraciones, al menos de lo que hoy en día se conoce como tales. Yo no quería ser directora de una gran empresa, ni mujer triunfadora ni nada de eso. Ni cantante famosa, ni modelo, ni actriz. Todo eso podía soñarlo si quería. Lo que de verdad deseaba era simplemente vivir una vida sencilla que me diera felicidad. Complicado cuando una no es sencilla ni en el dobladillo de los pantalones... pero bueno, podía intentarlo.

Creo que todas, o la mayoría, queremos eso.

Y no se si a todas nos sale rana, pero la verdad es que a poco que descuelgue el teléfono me salen las dulces voces femeninas de mis amigas repitiendo mi misma cantinela, o aún peor, llevándola al grado superlativo de la desilusión, ese estado en el que nada es jamás lo que uno espera y el suelo se convierte en nuestro nuevo horizonte.

No. No nos gusta, claro que no nos gusta! No somos idiotas, para nada! y sabemos bien, pero que muy bien, lo que queremos. Y nos lo confesamos todas en conversaciones privadas, claro.

No. No nos gustan los hombres anticuados, machistas, inútiles, incapaces de fregar un plato,de coordinar dos neuronas para deducir que queremos ayuda, carentes de cualquier tipo de empatía que un gato superaría con creces, peludos, ausentes y cada vez menos detallistas. No nos gusta que deis por hecho que nos tenéis. Y no nos gusta porque eso nos empuja a hacer que no sea así. No nos gusta una vida de fregona, corriendo detrás de vuestras inmundicias. No nos gusta el mando de la tele en vuestras manos, ya sabemos lo que queremos ver nosotras...No nos gusta acostarnos con un hombre y levantarnos con un niño.

Vivimos en la cuerda floja, con un pie dentro y la cabeza fuera, planteándonos a ratos si salir o quedarnos. No os engañéis, que tenernos, tampoco nos tenéis. Somos nosotras, sólo nosotras, quienes nos esclavizamos a voluntad, a cambio de algo que, quien sabe, quizás no merezca el esfuerzo.

Y sobre todo no me gusta pensar que cuando llegue a los setenta a lo mejor otra de esas frases grises que tanto he escuchado, sale de mi boca y dice: "si volviera para atrás, ya no me casaría". Así que por si acaso no me voy a casar, pero bueno, que no sea por frases....

Voy a hacer algo que sí me gusta: Me voy a levantar y me voy a mirar al espejo, sola. y voy a sonreírme y a ponerme algo bonito y a visitar a mis amigas las soñadoras, que, como yo, prefieren sus sueños a la prosaica y triste masculina realidad.

Hasta mañana.





jueves, 10 de octubre de 2013

Viajar con el sol

Si, las ganas mías.

Hace unos días tuve una mala experiencia. Como consecuencia volví a tener mis familiares "ganas de huir". Es una especie de escape mental que ni siquiera recuerdo cómo ni cuándo empezó. De buenas a primeras mi mente empieza a evocar imágenes de huida; me veo corriendo, o montada a caballo galopando a gran velocidad ( no, no me vengáis con Freud por favor, era un viejecito obsesionado con el sexo), o sueño que entro en el mar....y siempre estoy dejando algo atrás.

Antes no lo sabía, pero ahora sí sé que es mala señal. Es señal de que no estoy a gusto con mis circunstancias, porque cuando lo estoy, simplemente no quiero huir.

Como no me soportaba a mi misma me fui a dar un paseo hasta la playa. Estaba ya oscureciendo pero necesitaba estar a solas con el mar. Es una costumbre que tengo desde cría, cuando me iba a dar paseos por la Lloca y me perdía por los acantilados, lejos de la gente, a escuchar las olas.

Busqué una esquina solitaria, me acerqué lo mas que pude a la orilla y me senté malamente sobre unas rocas mojadas, lo suficientemente lejos como para que el agua no me alcanzara, lo suficientemente cerca como para sentirme parte de ella.

El sol estaba a punto de esconder su última curva. Me quedé mirando fijamente para poder ver el famoso rayo verde que descubrí leyendo a Julio Verne. Lo vi, como siempre, y satisfecha dejé mi mente divagar.

Allí estaba el sol, amaneciendo hacia nuevas tierras, nuevas gentes, nuevos aires. Me sentía tan agobiada que hubiera dado lo que tenía por poder viajar montada en él, ver el mundo desde la distancia, huyendo de donde estaba y llegando a otros lugares en los que no tendría que entrar. La perspectiva solar, qué envidiable.

Hay mil cosas que hubiera querido hacer, pero la maquinaria está muy bien montada para llenarme la vida de obligaciones y robarme el tiempo de siquiera imaginar que puedo hacerlas. De tener dinero viajaría sin parar, quizás persiguiendo al sol, por qué no! De tener tiempo pensaría mas, meditaría mas, soñaría muchísimo mas! Es la mejor fábrica de realidades. Y de no existir ni el dinero ni el tiempo viviría feliz en mi propia contemplación.

Pero a mis pies estaban las rocas mojadas, oliendo a mar. Y a mis espaldas la vereda y la realidad, al menos esa a la que no me apetecía volver. Yo quería ser pájaro.

Me levanté convencida de que tengo que buscar el modo de vivir mi vida sin tantos "tener ques". Odio tener que. Y la gente que me rodea parece estar empeñada en hacerme encajar en sus "tener ques" a costa de mi vida, mi salud, mi libertad y mis sueños.

Y yo eso no lo quiero. Yo quiero ser sol...o viajar con él.

jueves, 29 de agosto de 2013

Restaurante Avestruces Tenerife

Cuidado con el dueño, un tal Juan, de Mallorca, un auténtico acosador. Yo jamás he estado en su restaurante pero un día me llegó una solicitud de amistad de él , desde la cuenta de facebook del restaurante, diciéndome "preciosos ojos verdes".

Yo obviamente le pregunté que quién era, porque no acepto en mi cuenta de fbook a desconocidos. Me dijo "Juan", le pregunté que de qué nos conocíamos y me dijo que de nada, así que le recriminé su mensaje y le dije que si no le daba vergüenza ir por ahí molestando a desconocidas por el fbook.

Lo que vino después, durante horas, hasta que pude llegar a casa a bloquearle la cuenta ( todo lo anterior fue por la aplicación de fbook de mi movil) fue una retahila de insultos del tipo: repipi, malcriada, consentida hija de perra, niña pija irritante e inspoportable, mujer desagradable...y demás lindezas.

En fin, un impresentable. Gentuza así no debería andar suelta por el fbook, que es para divertirse con los amigos e intercambiar cosas agradables, no para soportar que un desconocido salido y baboso te insulte por no querer seguirle el juego.

Un asco.

sábado, 24 de agosto de 2013

De petardos está el mundo lleno....

Qué lamentable, de verdad. 

Hay pocas cosas peores que un tipo desubicado que cuando bebe se vuelve tocón y baboso. Bueno, quizás un tipo desubicado que se vuelva tocón y baboso con sus compañeras de trabajo.

A mi es una cosa que me saca de quicio, porque es la típica situación en la que no puedes hacer nada "radical" porque vas a seguir viéndole la cara cada día y porque además, siempre podrá fingir que estaba borracho y no sabía lo que hacía. !Un asco vaya!

El hombre desubicado es un clásico de las relaciones entre sexos. El tontito que confunde simpatía con interés, amabilidad con complacencia, normalidad con insinuación. De toda la vida ha habido auténticos plastas a los que una se tiene que acabar quitando de encima a costa de su amistad, porque para mayor escarnio, además de aguantarle de desubicado, después tienes que aguantarle de despreciado.

Vamos, es como que una se levanta una mañana, sale con los compañeros de trabajo a tomar algo, y para cuando ha vuelto a casa se ha convertido, sin saberlo, en "esa zorra". Porque claro, cuando él quiere algo contigo eres dulce y tierna, pero en cuanto le rechazas eres una calienta braguetas. Y tu sin saberlo....

Hoy me ha pasado justo eso. Es una pena, sobre todo por mi, porque el lunes cuando vuelva a la oficina, seré oficialmente "una borde" y porque además me tocará sufrir ad infinitum las caras de mártir rechazado del susodicho, casado y con hijos para mas señas.

De hecho no es la primera vez que me pasa con él. Ni tan siquiera es la primera vez que a él le pasa con una compañera. Me consta que vamos varias ya. Lo dicho, lamentable.

¿Lo peor? La desagradable sensación de que te toqueteen cuando no lo deseas y la impotencia de no poder separarle la cabeza del cuerpo de una patada al que lo hace. ¿Lo mejor?  ... no hay nada mejor, o bueno, si, que me voy a mimir.

Buenas noches!






jueves, 11 de julio de 2013

Hasta volver a encontrarnos, pequeña mía

Mientras aparcaba la moto alcé la vista, como de costumbre, para buscar sus enormes ojos verdes entre las barras de la terraza, mirándome. Pero esta vez no estaban. Claro que no, tonta! -pensé.

Tampoco vino a recibirme a la puerta, como siempre hacía. Aún sentía su calor en mis manos, pero ella ya no estaba allí.

En menos de diez minutos creí ver su silueta negra tres veces, y un par mas la oí maullar, sabiendo que era imposible.

No hacía ni veinte minutos tuve el maldito honor de cerrar sus ojos, porque ella, genio y figura, murió gruñendo y con los ojos abiertos.

En realidad fue horrible. Yo esperaba algo mas bonito, mas tranquilo, tenerla entre mis brazos dándole mi calor mientras ella se dormía para siempre, pero no fue así. Mi pequeña fiera plantó batalla casi hasta el último suspiro. Ya sedada seguía gruñendo, aunque sin moverse. Dejadme en paz! No me toquéis! A vosotros no os quiero... Acaricié su cabecita mientras la inyección hacía su efecto. Me puse delante de ella para que mi rostro fuera lo único que viera y para que sintiera mi calor y mis palabras de cariño, quebradas por el llanto que contenía con tan poco éxito. Cuando ya murió, le di un último beso en la frente, como siempre hacía.

A ella lo que mas le gustaba era respirar en mi cuello. Se echaba sobre mi y metía su cabecita bajo mi mentón, cerrando los ojos mientras la acariciaba. Cuando tenía bastante, se levantaba y se iba. Y a veces volvía.

Durante 16 años he dormido escuchando su ronroneo. Siempre ha dormido junto a mi cabeza, ronroneándome. Si me despertaba en mitad de la noche ( cosa que puede pasar como veinte veces..), volvía a ronronear. Y así me dormía una y otra vez.

Nunca estuvo enferma. Sólo una vez, cuando tenía un año, tuvo un catarro. Luego nunca mas.

La veterinaria me dijo, quizás a modo de consuelo, que para su raza había vivido milagrosamente, tanto en duración como en salud. Sin embargo en una sola semana se la llevó una insuficiencia renal.

Pobrecita mía...

Aún camino con cuidado para no pisarla.

Durante los últimos 16 años ha sido mi relación mas estable, el ser que mas amor me ha dado, el bichito pequeño que me ha achuchado, arañado, provocado y sacado de quicio a partes iguales. Desde lo mas profundo de mi ser, le doy las gracias por todos estos años de amor, por sus ronroneos constantes, por sus mimos y abrazos, por sus juegos, por haberme querido y por haberme dejado quererla. Le doy las gracias a la Vida por haberme dado la oportunidad de recibir su amor y espero haber sido mínimamente digna de él.

También le doy las gracias a ella por haber tenido la delicadeza de irse en el momento preciso, y eso es algo que se va a quedar entre nosotras dos, pero de verdad Minnie, gracias infinitas. Espero verte en el otro mundo y si quieres, te dejo que te pases por esta, tu casa, cuando quieras. Espérame en el camino.

Qué pena, qué inmensa pena....

miércoles, 5 de junio de 2013

Carne de turrón

Anda que….. ¡vaya panorama primaveral ayer en el gimnasio!

Todos los años por estas fechas aparece un pequeño grupúsculo de bienintencionados domingueros de gimnasio que, en su desconocimiento, dan por hecho que la operación bikini se compone de dos meses de entrenamiento aleatorio y un poco de dieta inventada.

Pobres criaturas perdidas.

Invariablemente no duran ni el primer mes que han pagado.

Suele haber un poco de todo, pero lo de ayer fue, digamos, “espectacular”.

Así según entro en el gimnasio me topo de frente con una versión deportiva de la actitud “al mediodía alegría” : Top corto verde fosforito tamaño teta, sujetador con relleno que asomaba por encima del top ( classy total!) , shorts ajustados de licra naranja fluorescente ( o sea, fosforito también, es por alardear de vocabulario…), zapatillas del color del top, que ya es difícil, pelo rojo sangre y coleta equina “caballo desbocao Alaska style”.

El calibre de mi expresión facial puedo medirlo perfectamente por la cara que puso ella cuando me miró. No cabía en mi de espanto. ¿Pero qué carajo es eso? Nadie, (¡nadie!) que vaya habitualmente al gimnasio se le ocurre ir a uno imitando el look del último vídeo guarrindongo de fitness en paños escasos. ¿De verdad alguien aún puede creerse que al gimnasio se va con relleno en el sujetador y el tanga por encima del pantalón? …lamentable. ¡ Y eso no es todo! A la chica la “adoptó” nuestro entrenador mas sádico, y la tuvo toda la tarde haciendo sentadillas o a cuatro patas….como siga viniendo con esa ropa no creo que consiga levantarse del suelo la pobre.

Pero eso no fue todo. Al poco rato apareció, pidiendo ser víctima del mismo Entrenator, una versión mucho mas fina pero igualmente desacertada de la carne de cañón de todos los junios…en minifalda! Y por supuesto con la melena lisa toda suelta sobre los ojos, que es lo mas cómodo para entrenar.

He de decir que así como la anterior versión peleona levantaba algunas miradas furtivas, esta otra sí que consiguió hipnotizar en intervalos de tres segundos a los varios usuarios que la rodeaban, porque era mucho mas mona y lo de la minifalda prometía…sobre todo cuando se puso en la máquina prensora de piernas.

La tercera pobre desgraciada es una nena africana a la que he tomado cariño por lo torpona que es y porque sus abundantes carnes blandas no atraen con suficiente fuerza la atención de nuestro Entrenator, siendo en realidad quien mas la necesita. Es una versión pequeñita de las negronas enormes esas que están todo el día haciendo trenzas por el paseo, es decir, tetona, culona, barrigona…y lenta!  Odia el deporte con todas sus fuerzas pero papá quiere que sea Naomi Campbell y a ella le toca sufrir por partida doble los sudores indeseados del deporte y la indiferencia descarada del entrenador, que vive pegado como una lapa a sus dos nuevas ( y vírgenes ) víctimas y a ella ni la ve, ni la oye ni la nada. Mientras tanto hace cinta malamente soportando el continuo rebote de sus infinitas tetas sobre el mentón…qué cruz oiga!

Es una pena no haberme encontrado con versiones masculinas este año, con lo que eso me divierte…pero no pierdo la esperanza: En cuanto haya una, os la cuento!

 Ver gym.bmp en presentación





miércoles, 15 de mayo de 2013

Mutante

Esa soy yo, en cambio constante. ¡Y cómo me gusta!

He pasado muchos años estancada en un desagradable estado de inmovilidad forzosa, en que nada iba ni para arriba ni para abajo, ni hacia adelante ni hacia atrás.

Luego inesperadamente volví a unirme al río de la Vida y conseguí, con gran esfuerzo y no menor satisfacción, vivir contenta con mis circunstancias. Fue una tarea ardua, larga, difícil. Tuve que luchar mucho conmigo misma, aprender a ser consciente de mis pensamientos e intentar controlarlos y elegirlos a voluntad, a fin de erradicar de mi mente todas aquellas ideas que me estaban perjudicando en cualquier aspecto.  Y no es que esas circunstancias fueran dramáticas, ni siquiera malas. Pero el mundo, aunque sea un tópico, es del color del cristal con que lo miremos, y el mío era muy negro.

La Vida sólo te somete a las pruebas para las que estás preparado. Esto puede sonar hasta ofensivo para muchos, pero es verdad. Cuando te ocurre algo es porque puedes enfrentarlo y superarlo, por mas que te empeñes en despotricar y no seguir adelante.

Así que aquí estoy yo, en otro trance.....

Ya estaba bien, era feliz, disfrutaba de mi propia compañía, como en aquellos viejos tiempos de mi adolescencia en solitario. Salía, entraba, hacía lo que me daba la gana y llevé mi independencia natural a lo mas alto.....por fin me había superado a mi misma! 

Y entonces apareció él, con su carita y sus cosas, sus manías, sus costumbres, sus cosas buenas y malas...y todo el equipaje que cabía esperar para poner mi recién recuperada estabilidad patas arriba y volverme un poco mucho bastante loca a ratos. A veces es duro, porque estoy demasiado acostumbrada a decidirlo todo por y para mi, sin interferencias exteriores. Y ahora me toca un quiero-no quiero constante en el que me paso el día aprendiendo a ceder, a dar mas, a tomar menos, a renunciar, a callar a tiempo....Y yo de esto no se nada de nada!

Mi mente se desgasta intentando definir el límite entre el amor y la renuncia a uno mismo, intentando no perderse por el uno ni caer en la otra, alerta para no cometer errores pasados ni futuros y en una eterna tierra de nadie que me ha robado esa paz que había logrado con  tanta tenacidad.

Y como ya he recorrido varias veces este camino de piedras conozco bien los baches, los trucos, las claves...pero es que son tan fáciles y difíciles a la vez....! Se que sólo hay un fin en todo esto: recuperar esa paz siguiendo este nuevo camino que me han marcado. Y eso va a volver a exigir de mi mucho reseteo, mucho pensar adecuadamente y mucho controlar mis emociones para que la niña que llevo dentro, que todos llevamos, deje de despotricar y empiece a caminar. Ya me costó lo mío antes pero ahora tengo una ventaja adicional y es que conozco la satisfacción que da conseguirlo.

Espero poder llegar al final del camino; ¡ no hay opción! O llegas antes o llegas después, pero tienes que llegar o no podrás pasar al siguiente nivel....así es el juego de la Vida.

Besitos.


martes, 22 de enero de 2013

Voluntad, jajajajjaja!!!

Es que me río porque hay cosas que no son para menos.

Este año me he dejado llevar mas de la cuenta por los ágapes navideños, o quizás es lo que tiene tener un novio que cocina estupendamente, no se, pero el caso es que he engordado casi dos kilos, nada terrible, si no fuera por la maldita, maldita! malditaaaaaaaaaaaaa! CELULITIIIIIIS!!!! argh puagh!!!!

Que ya me la veo yo sola, que no me convence en absoluto que venga la amiga solidaria de turno a decirme que no tengo nada....y una leche nada! Soy mas que consciente de la apariencia de mi cuerpo y además he de decir que la maldita iluminación del vestuario del gimnasio no ayuda NADA! Lo harán a propósito para que ni se nos pase por la mente salir de ahí sin habernos dejado la piel????

En fin, que voy y me compongo una dieta de las mías, de esas para gente con prisa, consistente básicamente en comer aire, agua y un cuarto de lechuga al día. Esto por supuesto aderezado con una hora diaria de cardio frenético-obsesivo en el gimnasio. Y además, para rematar la faena, por si a ese engendro grasiento se le ocurriera acampar permanentemente en mis muslos, le pido a mi hermana de regalo de Reyes ( que ya hay que estar fatal ) el Somatoline Cosmetic Noche....ahí, a reventar!

Pues muy bien.....adelgazo los casi dos kilos en una semana o menos, como a mi me gusta, que una no tiene paciencia para mas. Y mientras tanto mis compañeros de trabajo, acostumbrados a rivalizar conmigo en quien se come la montaña de comida mas grande, me miran atónitos diciéndome cosas bonitas como "pareces una mujer"...cabrones......

Claro que luego está el amplio grupo de féminas de todos los tipos y afectos ( o desafectos ) que elogian mi fuerza de voluntad alucinando porque no como, no bebo, no vivo, no nada!!!!...y tan contenta oyes....

Que no que no, que no es voluntad! que es desesperación!!!! Uno tiene voluntad cuando lucha por continuar haciendo algo que detesta, que le duele, que le fastidia....pero lo mío es puro empeño y cabezonería, pero total!!! Y siiiiiiiiiiiiii......claro que me duele y me fastidia, pero pienso en cuando hace dos días mi adorado e idolatrado novio me dijo que tenía "pocitos" en el culo y se me quita el dolor, el hambre, la tendinitis y todo lo que moleste a mis terribles propósitos: Quiero el culo del anuncio de Somatoline!!!! Y ya!!!!

Y además mi nivel de exigencia es tan elevado que no me consuela ni media ver que muchas de las chicas que van a mi gimnasio, que están en la veintena, tienen siete culos como el mío todos juntos, y no hablemos de las barrigas. Nooooo......me da igual, ellas no tienen que ver mis "pocitos" en el espejo, los míos son míos....putada.

Así que tras hacer cuarenta minutos de step seguidos de bici, cinta y elíptica, llevo mis entumecidas piernas ( de verdad que dejo de sentir) al vestuario donde toda esa crueldad plagada de imágenes naranjiles se manifiesta en forma de esponja de puas de madera que me machaca, literalmente, las piernas. Porque creo yo que igual si rompo a ostias los nódulos de grasa esos "okupas" acabaré por verlos desaparecer.

Que digo yo que si me inyecto una mezcla de Fairy, Aspirina y antigrasas para cocinas igual lo consigo no???

Arghhhhh !!! Me duele todo menos los dedos, menos mal....pero de voluntad nada, son pocitos!!! POCITOOOOOOOS!!!!

viernes, 7 de diciembre de 2012

Batallas

Ufff! Estoy agotada!

Esto de crearse un mundo a través de la mente puede ser cansino. Es como uno de esos sudokus "master", que parecen casi jeroglíficos! La lógica te vale al principio, pero luego tienes que ir tirando de cada hilo a ciegas y rezar por acertar.

Hace ya mucho tiempo que estoy en esta tarea....bueno, a veces la llamo "lucha" porque es la batalla mas intensa y dura que he librado jamás en mi Vida. De hecho es que casi todo me resulta fácil. No tengo dificultad para aprender y entender lo que sea, para crear cosas, para comunicar.....Sin embargo esto es como uno de esos sueños en los que echas a correr y de repente el aire parece agua, y empujas y empujas y apenas avanzas y no entiendes qué demonios pasa! Pues así es esto.

Desde que comprendí que todo lo que ocurre a nuestro alrededor, que todo lo que vemos y entra en nuestras vidas es consecuencia directa e ineludible de la calidad de nuestras emociones, trabajo con voluntad férrea en el control y aprendizaje del pensamiento, en no dejarme arrastrar por el fastidioso piloto automático emocional en el que casi todos vivimos, en neutralizar las energías negativas, ajenas y propias (que al final todas son propias)....Y eso tan fácil de decir es tan arduo de ejecutar.... convertir en invisibles los malos gestos, desoír los palabros, ignorar las emociones tóxicas, acallar el ego....agotador!

Creo que pocos de vosotros podéis llegar a imaginar la intensidad de mi vida interior, aunque quizás seáis mas quienes intuis su existencia. Toda yo soy vida interior, desde que tengo memoria y aprendí a ponerle palabra a los pensamientos. He vivido desde que recuerdo en ese mundo mío, ajeno a toda realidad, distante e ideal, hasta el punto de estar completamente "pez" en muchos aspectos de la vida a la que todos llamáis real, pero que para mi sólo es una ilusión. La mayor parte del tiempo que llevo vivido ni siquiera he visto lo que tenía delante, porque sólo podía ver con los ojos de la mente, aquello en lo que estaba inmersa. Cuánto he agradecido que mis ojos siguieran viendo, aunque fuera en segundo plano, cuando conduzco mi moto!

Un día, sentada en una cafetería con mi abuela, me quedé en éxtasis, mirando al infinito sin ver, sumergida en ese mundo alternativo, cuando ella, que estaba observándome, me dijo, sorprendida y sonriente: Aaay! Tu también sueñas, como yo!

Al final se heredan las cosas mas extrañas, como ella solía decir.

Ese mundo me ha ayudado mucho a sobrevivir con un razonable grado de felicidad y cordura y ahora me sirve de perfecta herramienta para mejorar mis emociones y crearme aquí una realidad que sea acorde a mis deseos, porque creo firmemente que se puede hacer.

Sin embargo el continuo aluvión de negatividad que me viene en estos tiempos de prácticamente todos los que me rodean (si, vosotros también ) han mermado mis fuerzas y mis recursos y las dos últimas semanas ese mundo alternativo se ha llenado de imágenes negras, de finales infelices, de desesperanza, de desilusión, de pesadilla. He perdido el equilibrio y la paz interior y como consecuencia todo en mi vida se ha llenado de dificultades.

No me gusta.

Hoy he decidido que se han acabado las excusas, que quiero volver a traer Utopía a este mundo y voy a luchar con todas mis armas para conseguirlo. Además, se que cuando mi mundo mejora, también hago mejorar el vuestro, aunque os empeñéis en ver sólo el fango y nunca las estrellas.

:-)

lunes, 12 de noviembre de 2012

Muerte de Nadie

La verdad es que es terrible, pero es así.

Hace ya algunos años que cada vez que hago la compra, al salir del trabajo, me toca aparcar en una esquina con una fauna muy particular de bípedos barbudos y desaseados, brick peleón en mano y lengua fácil.

Al principio me miraban en silencio y así se quedaban hasta que entraba en el supermercado. Reconozco que fueron el miedo y la desconfianza los que me hicieron pasar a la tercera fase y entrar en comunicación con ellos. Pensé que si les caía bien no me chulearían la moto en mi ausencia. Para que luego digan que no se puede sacar nada bueno de lo malo....si yo soy especialista en eso! mira que lo repito.....

De los monosílabos pasamos a las frases cortas, de las frases cortas a las sonrisas cortas, y de ahí, poco a poco y variando la combinación de los elementos, que en este caso sí altera el producto, al saludo cordial y a los cinco minutitos de conversación callejera.

Yo reconozco que, como la mayoría, esquivo avergonzada la mirada de la gente que ya lo ha perdido todo. No se si es por ese vacío en sus ojos, pero vacío no de riquezas, bienes, ropa...no; vacíos de la esperanza de encontrarse con los tuyos. Cuando te miran parecen el espejo de la propia impotencia y supongo que no me gusta no poder/querer/saber hacer nada por ellos. No me gusta cómo me siento cuando me miran, así que retiro la mirada y el pensamiento e intento dejar pasar su imagen como si fuera un escaparate poco interesante. Unos segundos de lucha interna y ya está, ya pasó, tranquila, vuelve a tu vida.

Sin embargo en este caso no fue así. Resulta chocante salir cargada de bolsas y meterlas en una moto frente a un tropel de ojos observadores que miran alternativamente a las bolsas, a tu cartera y a tus ojos. Esos silencios tan intensos hicieron mella en mi y empecé a romperlos con regalitos, unos dips un día, unos zumitos otro "para que repongáis la vitamina C que os cargáis con el vino" y cuando llega la Navidad, fiesta!: Cajas de bombones, polvorones y cualquier otra chorrada típica de celebración que tenga a mano en el Mercadona.

Y así nos hicimos amigos.

Eran cuatro. Ahora sólo queda uno. El primero que murió no tenía ni 30 años. Era extranjero, rubito, joven. Una mañana no se despertó. Murió de un ataque al corazón, consecuencia, según me contó mi preferido, de todas las porquerías que se había metido. Murió en una chabola hecha con cartones. Era gracioso, les preguntaba a los demás si yo era de una secta, porque veía la cruz de la Victoria en mi moto y no entendía por qué hablaba con ellos. Pobrecito.

Otro de ellos tuvo un derrame cerebral.

Lo peor es lo de mi favorito, mi amiguín. No se que años tendrá, estos hombres están tan estropeados.... Pongamos que anda por la cuarentena. Pelo moreno sucio, siempre oculto bajo su gorra azul. Tuvo que ser un hombre guapo cuando estaba limpio y bien alimentado, porque sus ojos brillaban de un modo especial, remanente de glorias muy pasadas ya. Me contaba las crónicas diarias de su desgracia aunque nunca se quejaba, sólo me contaba cosas: que si me salió un bulto aquí, que si tuve una gastroenteritis que me dejó en el chasis. Ha sido un mal año para él, tantos amigos muertos y tantas enfermedades. Una temporada tuvo un perro. Yo le regalaba comida para él.

Hace unas semanas empezó a ausentarse de su jardinera habitual, esa en la que a veces dormía, debajo de un arbusto, cuando el día había sido duro y había tenido que ahogarlo en vino. Una noche de Navidad le dejé una bolsa con comida entre sus brazos mientras dormía la moña de recuerdos y llantos que siempre pilla esos días.

No me atrevía a preguntar por él a los nuevos becarios de sin techo que hay por ahí porque me temía lo peor; hacía unas noches en un sueño me contaban que había muerto y yo con esas cosas no juego. Sin embargo la ausencia se hizo tan larga que una tarde me lancé y pregunté. "Ardió" me dijeron. "No sabemos qué pasó, pero un compañero nos contó que salió de su chabola envuelto en llamas". " El día que le llevaron al hospital nos dijeron que tenía quemaduras en el 80% de su cuerpo". "Me han dicho que ha muerto, pero quién sabe"

Quien sabe.....Yo no se nada, porque por no saber, ni su nombre le pregunté. Porque no era nadie, no son nadie, pero ahora cada día miro a esa esquina en la que ya no está ninguno de ellos y echo de menos su mirada intensa y triste y su sonrisa de medio lado. Quiero pensar que sigue en el hospital y que se salvará algún día, por mas que sea imposible salvar a alguien con esas quemaduras y en esas condiciones, por mas que me hayan dicho que ha muerto, porque me siento boba por no saber como se llama y no poder siquiera preguntar por él.

Nadie les mira, nadie les habla, nadie les vela.....no son nadie y como nadie mueren.

No estoy contenta.


miércoles, 3 de octubre de 2012

La vida es sueño

No es bueno que me guarde las cosas en la cabeza. Se me acumulan y parecen deteriorarse como la comida en un tupper. Y si las dejo demasiado tiempo directamente me intoxican la mente.

Puede que sea eso lo que me ha pasado, porque llevo una semana luchando conmigo misma  para que mi cerebro genere los pensamientos correctos, los que yo elijo, pero me está costando conseguirlo.

A veces me pregunto por qué escogí este camino tan duro. Bueno, me imagino la respuesta, pero aún así, a veces me lo pregunto.

Una vez tuve un sueño.....en realidad he tenido tantos......tantos de esos sueños llenos de mensajes en clave, mensajes hechos sólo para aquellos con mentes capaces de leer ese lenguaje especial. En el sueño del que hablo yo estaba sentada en un campo, formando círculo con otras personas a las que ni siquiera miré. Estaba muy enfadada, seguramente por las circunstancias personales que vivía en ese momento. Echaba mi rabia por la boca, llorando y gritando al mismo tiempo, preguntándole a un hombre anciano y sabio el por qué de todo lo que me ocurría. Me respondió varias cosas, con una paz infinita, sin reaccionar ante mi estado. Tengo sus palabras grabadas a fuego aunque como algunas no vienen a cuento, no las voy a compartir aquí. Sin embargo algo de lo que me dijo sí que os lo voy a contar. Ese hombre de ojos pequeños y sagaces me dijo que yo era sólo una pequeña hierba. Yo protesté, rabiando por haberme dotado de tan poca fortaleza y haberme dejado a merced del viento, y entonces él me recordó que los mayores árboles comienzan siendo tan sólo una pequeña hierba.

En aquel momento esto me sirvió de poco consuelo, porque estaba sufriendo sin remedio, en lo mas profundo de mi alma. Entonces aún no sabía que se puede dejar de sufrir y simplemente permitía que el viento me doblara y dañara, porque creía que el viento podía hacerme eso.

Ahora, después de no pocos huracanes, tengo un tallo mas fuerte y erguido, aunque aún joven y tierno, pero ya se donde está el cielo para poder crecer intentado alcanzarlo.

Yo creo en la reencarnación, entre otras cosas. Quizás la mía no es una creencia a lo clásico, imaginando una larga sucesión de vidas sin descanso arrastrando karmas y dharmas y qué se yo que mas! Yo creo en un plan, en un grupo de almas que vuelven juntas para ayudarse a crecer unas a otras representando su papel en esta especie de obra de penas y glorias llamada Vida. Y ahí me veo a mi, con quienes iban a ayudarme, añadiendo dificultades y pruebas a mi futura experiencia vital mientras algunas voces sabias me aconsejaban que aflojara un poco la presión....pero yo no, yo seguro que insistí, convencida de que podría! Podría soportar aquel dolor! Podría sobrevivir lejos del amor de los míos! Podría dejarme apalear por esos desgraciados! Podría......

Y así llegué a donde estoy ahora. La hierba mas tozuda del mundo....pero eso sí, muy convencida de todo lo que es capaz de hacer.

Tengo que decir que por suerte no me he decepcionado del todo. Los primeros quince años de mi vida fueron como un cuento, pero de verdad! Fueron como saltar entre nubes, o caminar sobre el arco iris. A esa edad entró el dolor en mi Vida. Yo no lo había conocido antes pero se quedó conmigo una larga temporada. Muuuuy larga. Y se ve que esta hierbita estaba demasiado tierna para enfrentarse a todo lo que me había preparado. Fui sorteando los obstáculos como pude al principio, con la ayuda de todo el optimismo que llevaba de recuerdo de mis primeros años...pero poco a poco mi fuerza se fue minando y me convertí en la antítesis de mi misma: Triste, enfadada, amargada, dolida, pesimista....y así me pasé años.

Un buen día la paz llegó a mi mente y poco a poco fui abriendo todas las puertas y ventanas de mi alma, y me sentí mejor, y mejor y mejor! Y la luz entró e iluminó todas las cosas buenas de mi que estaban llenas de polvo y herrumbre por la falta de uso. Y el tallo se irguió y fortaleció y aprendí que se puede elegir lo que se siente y lo que se piensa y que eso es el libre albedrío y que yo elijo el bien, elijo ser feliz, elijo hacer lo correcto, elijo mirar al cielo en lugar de al barro y ver siempre la botella medio llena.

Por eso estos días en que mi mente se rebeló y me hizo mirar a la oscuridad me asusté, me enfadé y sin saberlo volví a ser aquella chica asustada que le gritaba al mundo "¿por qué? ¿por qué?"

Pero quería escribir esto para no perder el norte y recordar que yo sí puedo, que yo crezco fuerte y que yo alcanzo las nubes, como el árbol sólido e imponente que algún día, en alguna vida, espero llegar a ser.

:-)

jueves, 13 de septiembre de 2012

Tonto es el que hace tonterías

Yo soy rubia. Pero que nadie se equivoque: de tonta sólo tengo la parte de inocente que heredé de mi madre, que todavía se cree que todo el mundo es bueno.

Para bien o para mal, tengo inteligencia para rato, a veces demasiada, cuando no soy capaz de gestionarla bien. No me voy a poner ahora a hacer un listado de mis méritos intelectuales, pero así a grandes pinceladas, además de haber sacado unas notazas de impresión toda mi vida, hice y superé el examen de acceso a cierto club de cocientes intelectuales potentes sólo por saber si estaba a la altura de mi fama. Y la verdad, me quedé muy a gustito.

Sin embargo, ya véis, a lo largo de mi vida adulta he tenido que encontrarme con unos cuantos pobres australopitecus que sólo por el hecho de ser mujer, me han lanzado a la cara preguntas de lo mas peyorativo. La última ayer por la tarde, cuando entró en mi casa un ejemplar de indio americano evolucionado vestido de técnico de movistar ( si, lo he puesto en minúsculas ) para reparar o sustituir mi router, y lo primero que me preguntó fue: "Pero mire, usted sabe que el interruptor del router es ese botón negro que está por detrás verdad?" ....... Cuando me pasan estas cosas es cuando me vienen a la mente las pocas cosas positivas del Paleolítico inferior, como por ejemplo que te podías cargar a algún gilipollas sin tener que ir a la cárcel después.

Las ganas mías.

Por supuesto, después de esa puñalada le miré con cara de felino a punto de saltar y le expliqué, lo mas educadamente posible, que el ser que tenía delante no era tan imbécil como él, pero a juzgar por la retahíla de preguntas impertinentes que siguieron, creo que fui demasiado sutil, porque fijo que no se enteró. Pero eso sí, a la que trata de tonta es a mi, manda huevos.

No se si a vosotras os habrá ocurrido también, a mi la verdad es que han sido veces contadas y casi siempre en terrenos que han sido tradicionalmente terreno masculino, tipo talleres de reparación de motos,  mantenimiento y por supuesto, técniquillos del tres al cuarto de todo tipo.

A veces es tan descarado el tono paternal de "mira esta pobre imbécil" con el que me hablan, que me sale el lado cachondo y les suelto alguna burrada. Hubo una muy buena en el taller de motos, hace unos años, cuando el tipo me pregunta con cara de escándalo, cuando le traje una moto seca seca, sin una gota de aceite y con el motor quemado, que qué tipo de aceite usaba..... Los tres pasmados que estaban allí se quedaron mirándome absortos, expectantes....y toda seria les dije:  " Noooooo, yo le pongo muy buen aceite, oliva virgen extra!"     Había que verles las caras.....esas mandíbulas pegadas al suelo, esas bocas abiertas como entradas al metro....y yo llorando de la risa. Al final resulta que se había roto el piloto del aceite y por eso no me avisó. Pero antes de mirar eso tuvieron que hacerme "la preguntita". Fijo que a un tío no se la hacen.

No voy a ignorar el hecho de que parte de esta fama se debe a la poco triunfal actuación de algunas compañeras féminas, que van por la Vida sin aprender ni a cambiar una bombilla y que "necesitan" la ayuda de un hombre hasta para ponerse el rímmel, menuda vergüenza para su género, o sea, para el mío. Si algo me repatea es una mujer inútil; a estas alturas de la película no puede una ir por ahí de doncellita en la torre a punto de ser rescatada, que ya somos mayores! Será por venir de una familia matriarcal, pero en mi casa éramos - y somos - las mujeres las que cambiamos las bombillas, arreglamos las cisternas, montamos los muebles...y lo que haga falta, que para eso tenemos dos manos y un cerebro.

Es cierto que la inteligencia superior en una mujer no triunfa cuando los hombres que te rodean no están a la altura. Muchas veces, muchísimas, tienes que disimular, callándote razonamientos para los que no están preparados. O mas que para los razonamientos, no están preparados para que salgan de la boca de un humano sin rabo. En mi trabajo me hago la tonta con los tontos, no vayan a notar que lo son. Fuera del trabajo me hago la tonta con los salidos, porque si no me hago la tonta les reviento los dientes. Y en general, me hago la tonta con quien aún necesita avanzar unos cuantos pasos en el camino, porque no me entendería.

Pero de tonta nada, nada de nada.


viernes, 20 de julio de 2012

De pedigüeños y otras razas similares


La verdad es que desde que he llegado a Asturias he visto a mucha gente pidiendo en la calle. Piden de muy diversas formas: hay quien toca algún instrumento, hay quien te deja una tarjetita con alguna historia triste sobre la mesa, hay quien te vende pulseras o te pide la voluntad y hay quien simplemente se sienta durante horas en el suelo con las manos extendidas.

Desde pequeña tengo la costumbre de imaginar las vidas de las personas a las que observo desde la distancia. Recuerdo hacerlo en el autobús de camino al colegio. Veía a mujeres cargando bolsas con la compra, a ejecutivos caminando apresurados, a colegiales, a madres….y siempre tenía unos segundos para imaginar de dónde vendrían, a dónde irían, y, sobre todo, qué sentirían.

En Tenerife no hay pedigüeños. Bueno, apenas unos pocos. Supongo que por ser zona turísitica los ayuntamientos les harán la vida imposible para que no estén a la vista de los turistas. La miseria no vende. 

Yo siempre he tenido demasiada sensibilidad hacia ciertas cosas, y esta es una de ellas, supongo que porque imaginarse la vida de uno de estos pobres hombres es de lo mas desagradable que puede hacerse. La tristeza que te inunda es épica, lo abarca todo, cada aspecto de sus vidas. La carencia llega a ser tal que incluso llega a faltarles el amor, la sonrisa, la calidez del contacto humano. Al fin y al cabo no podemos negar que ninguno queremos intimar con un pobre, es demasiado triste, demasiado duro y nos obliga a hacernos planteamientos para los que no estamos predispuestos.

Hay unos pobres borrachines enfrente del Mercadona al que suelo ir. Siempre están allí, sentados al sol. Unas veces son mas, otras menos, otras sólo uno. Cuando aparco allí mi moto se callan y me observan. En realidad no recuerdo como fue; quizás les dije algo, o sólo les sonreí. Ya que no pedían dinero pensé en ofrecerles algo que reclamaban a gritos: ser considerados personas. Como nadie les hablaba yo decidí hacerlo. Ahora siempre me saludan, me preguntan cómo estoy y me cuentan sus desgracias. Por el camino se han ido quedando algunos. Recuerdo un chico joven, extranjero, que pensaba que yo era de una secta porque veía la cruz de la Victoria asturiana en mi moto. Falleció hace poco. Fue otro de sus compañeros de tristezas quién le encontró, quien organizó el entierro y avisó a su familia. 

Sin embargo, a pesar de las miserias, sonun grupo de pobres alegres. Sólo a veces alguno tiene la mirada triste. Por el contrario, los de aquí, llevan encima la fría losa de la desesperanza. Esta mañana, cuando regresaba a casa de mi abuela cargada de bolsas con regalos, como una pretty woman cualquiera, observé a un africano sentado en la acera, sobre su propia maleta, con la mano extendida y la mirada perdida en algún infinito punto entre el suelo y sus recuerdos. Pensé: “no soporto esto”. Porque es verdad…en los pocos segundos que tardé en pasarle por delante pude ver una vida mejor en su país de origen, pude sentir sus pensamientos de frustración, de desamparo, sus miles de por qués y su falta de futuro conocido. Fueron unos segundos asquerosos.

Esta tarde me he ido a tomar unas sidras con mi madre y sus amigas. Hemos bebido, comido, reido…..Y a eso de las diez de la noche regresé a casa resguardándome con poca gana del orbayo, que empezó a caer ligero e implacable sobre nuestras cabezas. Por el camino volví a encontrarme en el mismo lugar con el mismo hombre joven, negro y triste, sentado sobre su maleta, doce horas mas tarde, en la semi oscuridad de la calle. Quise pasar de largo pero mis piernas fueron ralentizando su paso y mi mano abrió el bolso buscando una casa, una chimenea, un abrazo, un trabajo, un futuro para ese hombre. Saqué lo único que tenía suelto y maldiciendo entre dientes contra lo absurdo de la vida le solté 50 céntimos en la mano. Ni siquiera me vió acercarme, de absorto que estaba en ese opaco trance que causa la impotencia total. Cuando oyó el tintineo de la moneda alzó la vista, me miró a los ojos y me echó la mas sincera y amplia de las sonrisas que he visto en meses.

Fue como una puñalada. 

Ahí estaba yo, dándole las minucias que me sobraban y la Vida me recompensa ofreciéndome un tesoro sin precio.

Reanudé mi camino maldiciendo aún mas, si cabe. 

Mirar a los ojos de estas personas es como mirar el agua estancada. Casi nunca tienen expresión, se muestran fijos, tristes, mirando  sin ver a algún punto de su propia mente. Quisiera tener todo el oro del mundo para dárselo. Quisiera poder coger al africano de la mano y decirle: mira, aquí puedes ir a trabajar y aquí a pedir una casa, y que sepas que tienes un presente, y un futuro! Y que pase lo que pase aquí estaré yo para sostenerte. A él y al señor que sólo pide una ayuda, con su pelo cano y sus ojos caidos, y a la pareja mayor que toca la armónica, y a mis borrachines, a quienes daría la libertad de morir pegados a una botella de vino si es lo que quieren, pero calientes  y queridos.

Porque lo peor de todo no es que no tengan dinero. Lo peor es que no tienen siquiera nuestras miradas en sus ojos.



domingo, 1 de julio de 2012

El temor paraliza montañas

A veces estoy inspirada.

¡Si, de verdad! De algún modo una gran verdad llega a mi mente, como regalada por el otro mundo para facilitarme el camino por la Vida.

Por desgracia, como suele ocurrir cuando el alumno no está preparado para la enseñanza, en muchas ocasiones no he podido entender esas ideas y no las he puesto en práctica, haciéndome perder un tiempo precioso que de haber estado mas predispuesta habría aprovechado mejor. Pero bueno, no me voy a quejar porque por suerte, aunque tarde, acabo aprendiendo la lección.

Hace tiempo, en un punto algo caótico de mi eterna adolescencia mental, me di cuenta de que tenía muchos miedos en mi interior. Cuando tuve la capacidad para identificarlos,entendí que eran demasiados.

Todos habéis oido eso de que el miedo paraliza. Pues es verdad. El miedo te paraliza pero no sólo en el plano físico, también en el mental y en el emocional. ¿ Cuántas veces no hemos dejado de hacer algo por miedo a las consecuencias? Y lo peor es que muchas veces esas tan temidas consecuencias no están mas que en nuestra imaginación. Esto quiere decir que nos detenemos por nada, que regalamos nuestros impulsos al vacío, que dejamos que nuestra propia mente nos anule.

Eran tantas las cosas que me daban miedo que no sabía de dónde iba a sacar el tiempo y la sabiduría para luchar con ellas y superarlas. Habían tardado décadas en fraguarse y me temo que no tengo paciencia para esperar otras tantas a que se disuelvan.

Le di vueltas a la cabeza durante semanas, meses incluso. ¿ Cómo hacer? Escribí listados, ideas, opciones, cualquier cosa que me ayudara a alejarme de lo que me producía miedo. Ahora se que caminaba por la senda equivocada, pero eso os lo cuento mas tarde.

El caso es que, pensando pensando, llegué a un razonamiento que tal vez os sirva. Para mi lo peor del miedo no es el miedo en si sino sus consecuencias. Esa parálisis, esa sensación de que si movemos un centímetro de nuestros cuerpos algo definitivo ocurrirá. Y por otro lado, salvo las mentes perturbadas, no se me ocurre que alguien que se dedique a, por ejemplo, saltar en paracaídas, escalar montañas imposibles, hacer puentig, etc etc no sieta miedo. No son valientes; No. Todos sienten esa punzada en su interior justo antes de su aventura. La diferencia entre ellos y el resto es que han aprendido a ignorarla. Y entonces me llegó la frase inspirada:

Al miedo no hace falta vencerlo, basta con ignorarlo.

Y es que es un buen apaño. Claro está que nos gustaría mucho mas eliminarlo por completo, pero en realidad, el hecho de ignorarlo y seguir adelante muchas veces sirve de medicina para curarlo porque casi siempre, lo peor que nos puede pasar es mucho menos de lo que imaginábamos.

Como casi todas estas frases sencillas, su puesta en práctica requiere de mucha memoria, voluntad y esfuerzo. Por eso a veces aún fallo y durante un rato me quedo catatónica, incapaz de reaccionar ante lo que mis propios pensamientos me dicen de tal o cual situación. Cada semana lucho un poquito, cada día me convenzo mas de que "todo va a salir bien"  y así, poco a poco, voy superando esos miedos...o al menos haciendo como si no los sintiera, que para el caso....

Lo bueno es que gracias a esto, alguna que otra montaña ha empezado a moverse en mi vida, así que si os sirve.....

:-)



domingo, 3 de junio de 2012

Pandemia

Podría ser el título de alguna película de esas que te ponen los fines de semana a las tres de la tarde. Y ojala lo fuera.

Pero no; es el resumen de lo que veo a mi alrededor a diario y que ya ha tomado dimensiones desmesuradas, peligrosas, descontroladas....

El otro día me sorprendí a mi misma en la oficina recriminando a una compañera por lo que para mi es un caso de negatividad paranoica. Cada vez que alguien estornuda, ella le dice que está enfermo, que se ha puesto malo, que está acatarrado, que tiene gripe. No lo pregunta, ¡Lo afirma!. Cuando me tocó a mi el turno le dije que un simple "salud" hubiera bastado. Se que mi reacción puede resultar exagerada, claro, pero la verdad es que estoy saturada de la negatividad de los demás y cuando esa negatividad, en ese caso,  se dirigió a mi, me enfurecí.

La semana pasada otra compañera me hablaba de la posibilidad de irse de España para trabajar fuera, "viendo cómo se están poniendo las cosas". El caso es que tanto ella como su pareja tienen trabajo ( por cierto, hola guapa!) y sin visos de que vayan  a perderlo, así que se lo hice ver. "¿Por qué dices eso cuando vosotros tenéis trabajo los dos y estáis bien? ¡¡¡para ti no hay crisis!!!.

No se si es por lo contínuo de la situación pero la verdad es que estoy mas que harta de la negatividad que empaña nuestras vidas ahora mismo. Como si no fuera bastante con lo que ya hay, la gente se empeña en vivir el día a día enfocados en todo lo que podría salir mal. Es como vivir pensando en la muerte: inútil, cruel y anti natura. El que tiene trabajo piensa en que puede perderlo, el que tiene salud en ponerse malo, el que tiene novia piensa en que a lo mejor le pone los cuernos.¡Es demencial, enfermizo!

Ya hace tiempo que no me molesto en poner un telediario, aunque no me hace falta, ¿para qué? ya se encargan los que me rodean de informarme de los futuros males que puedo encontrarme en el camino: España va a quebrar, van a echar a un montón de gente, Europa va a perder el euro, la cosa está muy mal, etc etc etc...Cada día escuchamos miles de frases de agoreros que parecen disfrutar con su particular viernes 13 pero que aún disfrutan mas de aguarle la vida al prójimo.

Tengo la suerte de poder decir que la grandísima mayoría de mis amigos ( en concreto todos menos una) están trabajando. Algunos de ellos incluso han dejado unos trabajos para irse a otros. Todos sin excepción están bien de salud, afortunadamente. Y por suerte también, casi todos tienen los corazones llenos de amor, así que yo me pregunto, ¿qué demonios os ha picado a todos para estar viendo fantasmas donde no los hay? ¿ No creéis que es insana la actitud de vivir vuestras vidas esperando la próxima catástrofe? ¿ qué es lo que pretendéis con esa actitud? ¿ A quién creéis que estáis ayudando? ¿ Creéis que estáis solucionando algo? ¡Es absurdo, estúpido, inútil!.  Y molesto!

¿Por qué no os hacéis un favor y durante diez minutos examináis vuestros pensamientos? Contad cuántos son negativos y cuántos positivos.No me cabe duda de que el resultado os abrumará.

A mi me abruma oírlos salir por vuestras bocas cada día.

Intentad vivir la Vida con la dignidad que se merece, que cuando estéis muertos no tendréis ya de qué quejaros....