miércoles, 24 de agosto de 2011

Horas extraordinarias

Hace poco que han contratado en mi oficina a un chico para sustituir a una buena amiga a la que echaron “por eliminación del puesto de trabajo”. Si, justo ese puesto que ha desaparecido. En fin Serafín…

Cuando llevas muchos años en una oficina en la que todos tus compañeros son veteranos, se te hace raro ver el correteo continuo del novato, intentando ganarse el cielo laboral con prisas y diligencia extrema de esa que uno solo despliega cuando aún no tiene al pájaro en la mano.

De hecho creo que pocas veces he visto a nadie alcanzar tales velocidades para ir de la mesa a la impresora…debería llamar a los de la NASA y que le estudien. El chico parece que casi no respira ( normal, o respira o trabaja, no va a hacerlo todo a la vez). De mecánico resulta casi robótico. Es una mezcla entre el chico de los recados y Chiquito de la Calzada, pero llevando papeles en la mano. Nunca se para a hablar, es mas, le hablas y no se da cuenta de que te diriges a él, aunque sólo estemos él y yo en el pasillo y me oiga hablar a voces, vamos, que ya deben de haberle contado que pienso en alto ( que no es lo mismo que hablar sola, no señor).

También he observado que siempre está en la mesa cuando llego y aún sigue ahí cuando me voy. “Explotadores” pensé. Sus jefes saltando de café en café y de cigarrito en la calle en cigarrito en la calle y el chaval con infección de orina por no levantarse ni al baño.  Me parece mal, me parece abusivo. Las crisis siempre sacan lo peor de cada uno, la poca vergüenza de unos y el esbirrismo de otros pero me sigue pareciendo mal que haya quien le saque partido a la situación de un modo tan poco ético.

El otro día se lo dije: ¿Tu cuántas horas haces?   -“Muchas” me dijo, “ Pero en los tiempos que corren, tengo tres bocas que alimentar y se hace lo que haga falta…y con una sonrisa”.

Ha nacido otro esclavo.

Siempre me ha parecido mal que la gente haga horas extras por varios motivos:

1/ Dejan mal a los que no las hacen. A ver chatos, que nos pagan por 8 horas, no por mas. Que el exceso de trabajo no es problema nuestro sino de la empresa, que seguro que tiene pasta para contratar a alguien mas, aunque sea a un becario. Claro, cuando Pepito y Fulanito cobran lo mismo pero Pepito se queda siempre después del curro y Fulanito se va a casa a cuidar de su familia o a lo que le de la gana, resulta que es que Pepito es un buen currante pero Fulanito pasa de todo. Anda hombre!!! Un poco de vergüenza y de lógica!!  ¿¿¿O acaso si pagamos a una empresa para que nos haga una mudanza esperamos que además nos haga la comida???? No, ¿verdad?  Pues eso…

2/ No os engañéis, si te quieren despedir lo harán, independientemente de los millones de horas extras que hayas hecho y que te hayas privado de disfrutar de tus hijos, pareja, padres o lo que sea. Y si no preguntad a vuestro alrededor a ver cuantos no se han arrepentido del tiempo que le han regalado a esa empresa que luego les echó a la calle intentando que encima no se llevaran un duro de lo que les correspondía.

3/ Dejan sin trabajo a otras personas….a las que jamás van a contratar porque para que??? El hecho es que cada hora extra que hacemos tu, tu , tu y yo, suponen que otras tres personas estén sin trabajo. Si yo hago 12 horas diarias cobrando como por 8 mal pagadas, para que van a contratar a alguien mas? Ya está aquí el tonto necesitado para cubrirnos a nosotros y el que está en paro que se joda.

¿Sabéis lo que me apetece? Que las tornas cambien, que la crisis pase, que haya bonanza económica y que las empresas que pagan poco no encuentren a profesionales que quieran trabajar para ellas…y luego ya podremos hablar de derechos de los trabajadores y despidos reducidos.

Ahora solo hay necesidad y abuso.

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