martes, 16 de agosto de 2011

Tontelancia

Yo es que era muy idealista. Y nótese que digo "era".

Una cosa que he aprendido con los años y las experiencias es que es muy fácil ser idealista cuando se vive en una nube de algodón, como vivía yo. Cuando salí al mundo, cuando tuve que empezar a vérmelas con todo tipo de personas, lejos de las alas protectoras de mi madre, fui dándome cuenta poco a poco de varias cosas.

La primera, que la gente no es tan buena como nos gustaría.
La segunda, que yo tampoco lo soy.

Ahora vivo en una isla multicultural junto a África, y este último detalle pesa lo suyo. A diario me cruzo con ni se cuántas nacionalidades diferentes, cada una con sus culturas, prejuicios, costumbres y por supuesto defectos. Al principio vivía como aletargada contemplando este desfile tuttifrutti de lejos, como  si no fuera conmigo la cosa. Mas adelante me di cuenta de que formaba parte del paseillo y que no me gustaban muchas de las cosas que veía y vivía.

Por ejemplo,  me repatea, o mejor dicho, REPATEA, el machismo de las culturas islámicas, machismo que me ha tocado soportar por las calles cuando algún impresentable me suelta a bocajarro la primera miseria que le sale por la boca, casi siempre teniendo algo que decir sobre mi fisionomía y lo que les gustaría hacer con ella. Un buen día me escuché a mi misma responder " vete a tu mierda de país a tratar a tus mujeres como a putas, pero en el mío me respetas, pedazo de cerdo". A que queda bonito?????  Pues no, claro que no.

Tampoco me mola el machismo salidorro de los latinos en general, ni los trapicheos sucios de los europeos del este ( que eso de europeos ya lo veremos ya). Tampoco me mola ver mujeres en burka, haciendo alarde de su inferioridad, ni a ingleses que llevan mil años en nuestro país y no hablan una palabra de castellano, lo que me parece una falta de respeto. Y algo que me saca de quicio es la cantidad de canarios que no saben escribir sin faltas de ortografía, es para matar a sus profesores por ladrones y jetas.

Y así poco a poco me fui dando cuenta de que ese mundo ideal de cuaderno de Rubio con dibujos de árabes, hindus y rusos, tan exóticos todos ellos, mirando sonriente al frente es en realidad una quimera, que el mundo tiene cosas feas en cada esquina, al igual que cosas extraordinarias y que todas ellas están ahí para que uno crezca, se desarrolle y se descubra, incluso aunque lo que uno aprenda sobre si mismo no sea lo que nos esperábamos.

Todo esto me lleva a hacerme una pregunta: Donde acaba la tolerancia? Hasta donde debe llegar el respeto? Y algo mas...hasta donde debemos exigir respeto??? A lo mejor es que soy intolerante...pero no me gustan ciertas cosas que creo que empobrecen mi cultura y nos hacen retroceder años de lucha de quienes estaban aqui antes que nosotros. Pero bueno, ya dije que no soy como me gustaría.

Besitos










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