sábado, 6 de agosto de 2011

Ofertas de verano para turistas despistadas

Este verano me han hecho una oferta. Una de las mas antiguas del mundo.

En realidad ya me la habían hecho con anterioridad otros comerciantes de miserias pero es que nunca me ha interesado que me colaran un asno cojo y encima me hicieran aplaudir. Por desgracia no todas mis hermanas de género opinan como yo, lo cual no hace sino agravar el problema: " a ver si esta tonta pica".

Hace un par de semanas recibí una llamada telefónica de un chico al que, hasta ese día, quería y admiraba.

Me llamaba para hacerme una oferta "que no podía rechazar". Y con esto voy a ser muy clarita y dejar aparcadas las ironías porque quiero que todos entendáis perfectamente lo que me ha indignado.

El hombre en cuestión ( que ya tiene 44 años) me llamaba para hacerme saber que:

1- Piensa mucho en mi ( se ve que la novia no le da mucho que pensar, y eso que la chica es un encanto)
2- Notaba en Gijón mi presencia ( igual es que te lo chivaron chatín)
3- "Necesita" verme (= necesita tocarme)
4- "Necesita" estar conmigo (= necesita echarme un polvo)

Como no participo en cuernos ni infidelidades  me ofrecí a tomar un café con él cuando quisiera y no puedo decir que me sorprendiera en absoluto cuando me responde que no, que en público no, que por qué no le dejo venir a mi casa a "verme"....He de deciros que esto de ser rubia hace que mas de uno se crea que además soy tonta, yavestruz.

Pues bien, aqui va el aviso para navegantes de las mierdiofertas veraniegas: Afortunadamente por fin vivimos en un país en el que nadie está obligado a estar con nadie. Si no quieres una novia, NO LA TENGAS. Si buscas un lío, orínate en las botas de un policía.

Por favor puteros, infieles y golfos con pareja: a mi no vengáis a ofrecerme las migajas de vuestra incapacidad de lealtad.

Yo no quiero ser la otra, la que se oculta en el lado oscuro de la luna, viviendo encuentros que de tan furtivos parecen pesadillas de una mala siesta. No. Yo, y como yo, TODAS, merezco ver el sol, pasear de la mano, ir a cenas, compartir amigos y risas y poner la cara al aire para que me la vean.

Ser la otra es ser ninguna y si me ofreces eso, yo, me siento ofendida e insultada.

Ah! Y que te den!

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